Javier

Qué puedo decir de Javier, il Güido, Javo, Javoc, el Dude, Sals, y no se cuantos apodos más tendrá y desconozco. Si me preguntaran ¿dame el nombre de un Quijote?, no dudaría: Javier.

Crece y crece y no deja de perder esa esencia hermosamente utópica del universo, del mundo, de cómo deberían ser las cosas. Es admirable que no abdique en su forma de pensar y sentir. La realidad es que él es eso.

Tanto él como Juan siempre despertaron mi asombro, admiración y orgullo.

Ahora viéndolo como padre, no solo me super enorgullese sino que me deja en evidencia, lo pobre que he sido a su lado.

Es un padre devoto, paciente, divertido, compañero, amigo, maestro. Mi viejo fue un groso y Javo lo es. Me asombra la capacidad que tiene como papá.

Ojalá yo fuese un bebé de esta generación y él mi padre. No puedo encontrar mejor elogio para darle.